sábado, 7 de agosto de 2010

¿Vivir sin dormir?


El 28 de diciembre de 1963, Randy Gadner de San Diego, California, (estudiante de 17 años) se levantó a las 6 de la mañana y no volvió a dormirse hasta el día 8 de enero de 1964 (11 días sin pegar ojo)
Las 264 horas de Garder siguen siendo el periodo sin sueño más largo científicamente verificado. Fue descrito en un estudio por el investigador William Dement, de la Escuela Universitaria de Medicina de Standford quien estuvo despierto con Garder durante los tres últimos días. Pero eso sí, tenía gente alrededor para ayudarle a mantenerse despierto, sin esas ayuda cualquiera tendría que luchar mucho para evitar dormirse después de 36 horas, y encontraría irreprimibles las ganas de cerrar los ojos a las 48. Lo más probable, es que estuviese echando sutiles cabezaditas conocidas como “microsueños”, dormir con los ojos abiertos. En los días que estuvo despierto, Garder experimentó cambios como: perdida de coordinación, lapsos de memoria, lenguaje difuso, alucinaciones, cambios de humor. Sin embargo sin contar con estos trastornos por lo demás estaba perfectamente. Su primer sueño después de esos 11 días duro solo 14 horas. Según Dement, Garder no consumió ningún estimulante.





















Las ratas cuando se las mantiene despiertas, a las dos semanas mueren, menos tiempo de lo que tardan en fallecer de hambre.
No existen registros de humanos que hayan sido mantenidos intencionalmente despiertos el tiempo suficiente como para matarlos, pero una enfermedad hereditaria llamada insomnio familiar sugiere que la muerte sobreviene en los tres primeros meses.

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